viernes, 11 de noviembre de 2011

neruda y la cocina


Oda a la alcachofa 

La alcachofa de tierno corazón se vistió de guerrero, erecta,
construyó una pequeña cúpula, 
se mantuvo impermeable bajo sus escamas, 
a su lado los vegetales locos se encresparon, 
se hicieron zarcillos, espadañas, bulbos conmovedores, 
en el subsuelo durmió la zanahoria de bigotes rojos, 
la viña resecó los sarmientos por donde sube el vino, 
la col se dedicó a probarse faldas, 
el orégano a perfumar el mundo y la dulce alcachofa allí en el huerto, 
vestida de guerrero, bruñida como una granada, orgullosa, 
y un día una con otra en grandes cestos de mimbre,
camino por el mercado a realizar su sueño: La milicia. 
En hileras nunca fue tan marcial como en la feria, 
los hombres entre las legumbres con sus camisas blancas eran mariscales de las alcachofas, 
las filas apretadas, las voces de comando, 
y la detonación de una caja que cae, 
pero entonces viene María con su cesto escoge una alcachofa, 
no le teme,  la examina, la observa contra la luz como si fuera un huevo, 
la compra, la confunde en su bolsa con un par de zapatos 
con un repollo y una botella de vinagre hasta que entrando a la cocina la sumerge en la olla. 
Así termina en paz esta carrera del vegetal armado que se llama alcachofa 
luego escama por escama desvestimos la delicia y comemos la pacífica pasta de su corazón verde. 


Agua sexual


“Rodando a goterones solos,
a gotas como dientes,
a espesos goterones de mermelada y sangre,
rodando a goterones
cae el agua,…”

“Es como un huracán de gelatina,
como una catarata de espermas y medusas.
Veo correr un arco iris turbio.
Veo pasar sus aguas a través de los huesos.”
Desnuda
…Desnuda eres tan simple como una de tus manos:
lisa, terrestre, mínima, redonda, transparente.
Tienes líneas de luna, caminos de manzana.
Desnuda eres delgada como el trigo desnudo.
Farewell

…Amo el amor que se reparte
en besos, lecho y pan.
Amor que puede ser eterno
y puede ser fugaz. 
La canción desesperada

…Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta.
Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro.

…Y la ternura, leve como el agua y la harina.
Y la palabra apenas comenzada en los labios.
La luz que de tus pies sube a tu cabellera...

La luz que de tus pies sube a tu cabellera,
la turgencia que envuelve tu forma delicada,
no es de nácar marino, nunca de plata fría:
eres de pan, de pan amado por el fuego.
La harina levantó su granero contigo
y creció incrementada por la edad venturosa,
cuando los cereales duplicaron tu pecho
mi amor era el carbón trabajando en la tierra.
Oh, pan tu frente, pan tus piernas, pan tu boca,
pan que devoro y nace con luz cada mañana,
bienamada, bandera de las panaderías,
una lección de sangre te dio el fuego,
de la harina aprendiste a ser sagrada,
y del pan el idioma y el aroma.
La mamadre

…Oh dulce mamadre
-nunca pude
decir madrastra-,
ahora
mi boca tiembla para definirte,
porque apenas
abrí el entendimiento
vi la bondad vestida de pobre trapo oscuro,
la santidad más útil:
la del agua y la harina,
y eso fuiste: la vida te hizo pan
y allí te consumimos,

…Ay mamá, cómo pude
vivir sin recordarte
cada minuto mío?
No es posible. Yo llevo
tu Marverde en mi sangre,
el apellido
del pan que se reparte,
de aquellas
dulces manos
que cortaron del saco de la harina
Las furias y las penas

Yo quiero para mí la avena y el relámpago
a fondo de epidermis,
y el devorante pétalo desarrollado en furia,
y el corazón labial del cerezo de junio,
y el reposo de lentas barrigas que arden sin dirección,
pero me falta un suelo de cal con lágrimas
y una ventana donde esperar espumas.
Tengo hambre de tu boca, de tu voz, de tu pelo...

Tengo hambre de tu boca, de tu voz, de tu pelo
y por las calles voy sin nutrirme, callado,
no me sostiene el pan, el alba me desquicia,
busco el sonido líquido de tus pies en el día.
Estoy hambriento de tu risa resbalada,
de tus manos color de furioso granero,
tengo hambre de la pálida piedra de tus uñas,
quiero comer tu piel como una intacta almendra.
Quiero comer el rayo quemado en tu hermosura,
la nariz soberana del arrogante rostro,
quiero comer la sombra fugaz de tus pestañas
y hambriento vengo y voy olfateando el crepúsculo
buscándote, buscando tu corazón caliente
como un puma en la soledad de Quitatrúe.
Testamento de otoño

Eres para mí la más bella,
la más tatuada por el viento
como un arbolito del sur,
como un avellano en agosto.
Eres para mí suculenta
como una panadería,
es de tierra tu corazón,
pero tus manos son celestes.

…Eres roja y eres picante,
eres blanca y eres salada
como escabeche de cebolla.

…Qué puedo dejarte si tienes,
Matilde Urrutia, en tu costado
ese aroma de hojas quemadas,
esa fragancia de frutillas
y entre tus dos pechos marinos
el crepúsculo de Cauquenes
y el olor de peumo de Chile?


…Todo te lo debo a ti,
tórtola desencadenada,
mi codorniza copetona,
mi jilguero de las montañas,
mi campesina de Coihueco.
Veinte poemas de amor y una canción desesperada:

Poema 5
…Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas.
Voy haciendo de todas un collar infinito
para tus blancas manos, suaves como las uvas.

Poema 14

…Mientras el viento triste galopa matando mariposas
yo te amo, y mi alegría muerde tu boca de ciruela.

…Amé desde hace tiempo tu cuerpo de nácar soleado.
Hasta te creo dueña del universo.
Te traeré de las montañas flores alegres, copihues,
avellanas oscuras, y cestas silvestres de besos.
Quiero hacer contigo
lo que la primavera hace con los cerezos.

pablo neruda y la cocina


Oda a la Cebolla - Pablo Neruda -


Cebolla
luminosa redoma,
pétalo a pétalo
se formó tu hermosura,
escamas de cristal te acrecentaron
y en el secreto de la tierra oscura
seredondeó tu vientre de rocío.
Bajo la tierra
fue el milagro
y cuando apareció
tu torpe tallo verde,
y nacieron
tus hojas como espadas en el huerto,
la tierra acumuló su poderío
mostrando tu desnuda transparencia,
y como en Afrodita el mar remoto
duplicó la magnolia
levantando sus senos,
la tierra
así te hizo,
cebolla,
clara como un planeta,
y destinada
a relucir,
constelación constante,
redonda rosa de agua,
sobre
la mesa
de las pobres gentes.

Generosa
deshaces
tu globo de frescura
en la consumación
ferviente de la olla,
y el jirón de cristal
al calor encendido del aceite
se transforma en rizada pluma de oro.


http://api.ning.com/files/poj1KO1Vy7jsOjg4jxozfJtvfdrxZBzNJJksP5gVTU4_/cebolla.jpg?width=300http://api.ning.com/files/poj1KO1Vy7jsOjg4jxozfJtvfdrxZBzNJJksP5gVTU4_/cebolla.jpg?width=300


También recordaré cómo fecunda
tu influencia el amor de la ensalada
y parece que el cielo contribuye
dándote fina forma de granizo
a celebrar tu claridad picada
sobre los hemisferios de un tomate.
Pero al alcance
de las manos del pueblo,
regada con aceite,
espolvoreada
con un poco de sal,
matas el hambre
del jornalero en el duro camino.
Estrella de los pobres,
hada madrina
envuelta en delicado
papel, sales del suelo,
eterna, intacta, pura
como semilla de astro,
y al cortarte
el cuchillo en la cocina
sube la única lágrima
sin pena.
Nos hiciste llorar sin afligirnos.

Yo cuanto existe celebré, cebolla,
pero para mí eres
más hermosa que un ave
de plumas cegadoras,
eres para mis ojos
globo celeste, copa de platino,
baile inmóvil
de anémona nevada

y vive la fragancia de la tierra
en tu naturaleza cristalina.


http://api.ning.com/files/poj1KO1Vy7jph7fIi8qmAY24zfC7lu52u-Qh31-vuvk_/neruda.jpg?width=300

Pages - Menu