lunes, 12 de noviembre de 2012


auténtica, singular y expresiva

Publicado el Martes, Octubre 30, 2012 por Cosas de Comé

Delgado Zuleta se lanza al mercado de las manzanillas selectas con “Goya XL”, un vino en rama del que tan sólo saca al mercado 3000 botellas

El nuevo vino y detalle de la etiqueta. Foto: Cedida por Delgado Zuleta
Cuando a finales de la década de los 80 del siglo XX la bodega Delgado Zuleta, fundada a finales del XVIII, decide trasladarse a las afueras de Sanlúcar, con el objetivo de mejorar la crianza de sus vinos, una de las principales preocupaciones de Manolo Barba, el enólogo de la firma, que ya por entonces ejercía en la casa, eran las botas que contenían la solera “reservada” lo mejorcito que tenían.
En la bodega se preocuparon incluso de que en el traslado los vinos se depositaran en botas con las mismas características de los que estaban para lo que fueron aprovechando hasta las propias maderas de los barriles en los que estaba el vino. Barba, en unión de Francisco Bustillo, que por entonces dirigía la bodega, escogieron la avenida Rocío Jurado para las nuevas instalaciones porque la parcela estaba “en alto, frente al mar, expuesta al viento de Poniente y con tierras húmedas naturales que mantienen un subsuelo adecuado”.
Han pasado casi treinta años, en los que estas soleras reservadas se han ido cuidando con mimo y con sus correspondientes “rocios”, el poético nombre con el que las bodegas califican al proceso de ir reponiendo en las botas, con vino nuevo, las cantidades de vino viejo que se pierden ya sea porque se saca para venderlo o simplemente por las fugas de los recipientes.
El hecho es que en este año Manolo Barba, el veterano enólogo,  comunicó a Jorge Pascual, el director de la bodega desde 2011 y uno de los mayores conocedores del complejo mundo del Jerez (fue presidente del Consejo Regulador) que el vino que contenían estas botas están ya en estado óptimo “que habían reposado tras el traslado”. A partir de ahí la bodega se puso a trabajar en sacar al mercado un producto con toques de distinción y diferente basado en esta “solera”.
Hoy miércoles, a las siete y media de la tarde y en la mítica taberna del Guerrita, muy vinculada con la firma, el propio Pascual presentará el nuevo producto, bautizado con el nombre de Goya XL. Se ha escogido tapón de corcho, una botella de medio litro, una medida poco habitual en los jereces que suelen embotellarse en botellas de tres cuartos de litro o “medias”, la mitad de esta cantidad. El recipiente tampoco es la típica botella jerezana, aunque se mantiene el color casi negro que no deja pasar la luz. El diseño es muy atrevido e impactante, muy alejado de la presentación tradicional de la manzanilla La Goya, el buque insignia de la firma. Debajo del nombre el calificativo de manzanilla en rama y una particular segunda línea con la palabra “reposada”.
La manzanilla en rama es uno de los productos de moda en el marco de Jerez. Aunque empezó a comercializarse de forma tímida y con cierto excepticismo en el sector ahora casi todas las firmas importantes se han lanzado a este mercado para un público más selecto y entendido, que busca el sabor de la manzanilla que toma en las bodegas, directamente sacada de los barriles. En rama quiere decir esto, manzanilla sacada de los barriles sin someterla a los procesos habituales que llevan estos productos para que luego no se estropeen en las botellas y aguanten largo tiempo.
Las manzanillas en rama, como esta de Delgado Zuleta, tan sólo se someten a un pequeño filtrado para eliminarle las partículas en suspensión. El término reposada viene a fortalecer la idea de vino de larga crianza. Aunque el sistema de criaderas y soleras que se emplean en el marco de Jerez (se van mezclando vinos antiguos con los nuevos) impide hablar de añadas si se puede decir que esta manzanilla tiene 10 años de crianza media, fruto de la mezcla de los vinos de esta solera reservada con las manzanillas más jóvenes de La Goya, la etiqueta que comercializa la firma. Esta cantidad de años es muy superior a las manzanillas “finas” las más habituales del mercado y que tienen una crianza de unos 4 años.
El hecho de utilizar estas reservas de la bodega hacen que se haya calificado el vino como “reposado”.  “Lleva muchos años de quietud con ligeras sacas y rocíos de refresco, para compensar simplemente las mermas a través del roble americano y aportar algo de nutrientes a las levaduras del velo, que, por longevas, cada vez reclaman menos comida y más reposo”, señala José Federico Carvajal Romero, el director comercial de la firma.
El velo de flor es lo que distingue a la manzanilla de Sanlúcar y es una especie de capa que se forma en la superficie del vino y que lo aisla del exterior.
Tan sólo se comercializarán 3000 botellas y, por el momento, la bodega no habla de otro embotellado, ya que ello dependerá de que vuelvan a encontrar un momento óptimo como este para hacer una nueva tirada. Delgado Zuleta señala que no realizará embotellados por estaciones “sino dependiendo de cuando el vino esté en su mejor momento”.
Carvajal señala que es un producto “auténtico, singular y expresivo”. Tiene 15 grados y para resumir su sabor indica que “es sabrosa, seca, persistente, de gran frescura acompasada con su excepcional madurez, rica, completa, con connotaciones marinas y recuerdos a aceitunas”.
El vino se puede ya adquirir en la tienda de Delgado Zuleta situada en la avenida Rocío Jurado de Sanlúcar a un precio de 15 euros la botella. La tienda abre de lunes a viernes de 10 a 14 horas y de 17,30 a 20,30. Los sábados abre en horarío de mañana. El teléfono es el 956360850.
Jorge Pascual, José Federico Carvajal y Manolo Barba. Fotos: Cedidas por Delgado Zuleta

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